Irantzu es alumna de Academia Inglesa y estudia 2º de bachiller en la rama biosanitaria.
Ha estudiado inglés desde preescolar y viajó al extranjero por primera vez a los 13 años con un grupo de estudiantes. Aquel viaje fue a Inglaterra en el ferry, incluyendo la visita a Londres de una noche.
Este verano ha estado durante un mes conviviendo con una familia en Huntington Beach, California.
¿Como valoras la experiencia en el aspecto de mejorar tu inglés?
– Creo que es bastante importante porque, aunque viajas con gente que habla castellano, si te alojas con una familia te ves obligado a utilizar el inglés. Además usas el inglés en tu vida cotidiana, al entrar a las tiendas… Tienes que saber comunicarte y de esa forma aprendes el lenguaje y la forma de hablar que se usa allí.
¿Crees que estos viajes son importantes para tu Curriculum?
– Por una parte sí, se hace también pensando en el curriculum.
Aunque el viaje en si no tiene mucho valor en un curriculum, el inglés es la lengua del futuro y lo piden para todo.
Al finalizar la estancia no te dan ningun título, pero la experiencia que sacas de hablar en inglés con otras personas te ayuda a comunicarte mejor. Te da confianza el saber que eres capaz de comunicarte con gente extranjera.
¿Y en el desarrollo personal?
Te ayuda a madurar, porque aunque vas con una familia que te cuida, te da de comer… no es como estar con tu propia familia, donde tienes todo más fácil. Aprendes a solucionar las cosas por ti misma y esto es muy útil.
¿Recomendarías esta experiencia?
– A todo el mundo. Hay gente a la que no le atrae, pero creo que es una experiencia que hay que vivir. Es algo bonito porque coges cariño a las personas con las que convives. Al final te da muchísima pena separarte de ellas.
¿Cómo es la vida en Estados Unidos?
– La vida es muy diferente. Allí es todo a lo grande; las calles normales son carreteras de seis carriles… Semáforos por todas partes. Cruzar la calle es como estar cruzando autopistas continuamente. El transporte publico es horrible, los autobuses van prácticamente vacíos porque todo el mundo va en coche a todas partes, a partir de los 16 años todos tienen coche.
Pero es un sitio en el que la gente es muy agradable, por ejemplo cuando entras a las tiendas te reciben todos los dependientes y te saludan muy amables, se interesan por ti. Son muy educados.
A pesar de ser ciudades grandes, por ejemplo Los Angeles es una ciudad tranquila, de ambiente turístico. Son sitios muy agradables.
Estuve un día en los Angeles visitando las zonas más importantes: el paseo de la fama, el observatorio Griffith desde el que se ve el cartel de Hollywood, Beberly Hills, Venice Beach, y no son zonas peligrosas. El paseo de la fama está lleno de gente disfrazada de personajes famosos, luces por todas partes, anuncios con carteles de tiendas…
Venice Beach es una playa bastante curiosa, diferente al resto, con muchos skaters, espectáculos a lo largo del paseo de la playa, y gente agrupada viendo los espectáculos en el paseo. Es muy bonito.
¿Cómo se vive el viaje a la ida y a la vuelta?
– Yo creo que es más dura la vuelta. Se siente mucha pena porque se coge mucho cariño a la familia con la que has convivido durante un mes. Has hecho todo tipo de cosas con ellos, compartiendo las cosas cotidianas, día a día y piensas que no les vas a volver a ver, porque es muy probable.
La familia te trata con mucho cariño y cuidan de ti. Al final es como tu verdadera familia aunque en realidad no lo es, pero cuidan de ti como de sus hijos.